Cuando uno compra una casa con vistas siempre se preocupa mucho de comprobar si existe la posibilidad de que en un futuro alguien construya delante de su casa y se la arrebate. En San Vicente hay muchos sitios donde ya nadie puede arrebatarle la vista a nadie, exceptuando los pinos claro, como me sucede a mi.
Pero hablando de vistas, la mejor vista con diferencia de San Vicente la tienen en este edificio. Muy anterior a la "Gran Muralla", y a cuyos inquilinos nadie podrá nunca quitar la vista.
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