Una de las primeras fiestas populares a las que asistí, fue las de las fiestas de A Lanzada.
La verdad es que tenían un componente melancólico, pues a pesar de pasarlo como un enano, viendo las casetas, el baile, la tómbola, con su clásico "perrito piloto", etc. Significaba también que el verano tocaba a su fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario