jueves, 1 de marzo de 2007

En coche, a dedo, en tren... ¡¡¡como sea!!!

Cuando uno fue adquiriendo "cierta autonomía", pude ir haciendo escapaditas de fin de semana, fuera de la temporada estival, y cuando el tiempo lo permitía. Me pasaba la semana pendiente del tiempo, los jueves, en La 2, daban la previsión hasta el domingo, y como todo fuera propicio, hacía el petate.

Evidentemente no tenía un duro, por lo que había que agudizar el ingenio. Llamaba a todos los conocidos y padres de conocidos posibles para ver si nos conseguíamos acoplar en sus coches. Rapiñába comida en la despensa de casa y rebuscába por todos los bolsillos tratando de encontrar monedas o billetes (ilúso de mi).

La mayor parte de las veces hacía el recorrido acompañado, y teníamos que recurrir al DIN A3 con el letrero: PONTEVEDRA. Nos colocábamos a la entrada de la AP-9 en La Coruña, que era donde estudiábamos, el viernes a medio día, y a partir de ahí... paciencia.

La verdad es que siempre nos cogía, unas veces a los 10 minutos, otras a la hora. Alguna vez nos llevaron de Pontevedra directamente, otras veces había más mala suerte y nos dejaban en Santiago, por lo que había que recurrir de nuevo al cartel.

Al dejarnos en Pontevedra había que caminar hasta el Puente de la Barca y empezar de nuevo. Aquí nos pasaba de todo: Unas veces nos cogían hasta Combarro, a Sanxenxo, a A Revolta o cuando había suerte haste O Grove o al cruce de San Vicente. La verdad es que la gente que nos cogía e iba a O Grove, solía acercarnos hasta San Vicente. Podríamos hacer un libro con las anécdotas de los viajes "a dedo": Gente con expresiones como "dame el trucutrú" para pedir el recibo de la autopista, o "titanólogos" osea, expertos en el titánic, con ganas de dar clases magistrales; recuerdo que bajamos del coche aguantando la risa porque pensámos que el tipo seguro que quería soltar la "megachapa titanóloga" a la familia y estos le escapaban como locos...

La vez que mejor nos salió el viaje fue una en la que nos dejaron en Santiago, concretamente en la entrada de la autopista de San Lazáro, y allí, tras media hora de espera nos recogió el que resultó ser el párroco de San Vicente do Grove. ¡¡¡Nos dejó en la puerta de casa!!! Al bajar del coche, yo le decía a mi amigo: "Ves, hay que ir más a misa".

Otras veces, en tiempos de bonanza económica, teníamos controlados los horarios de autobuses y trenes. Sabíamos que si cogíamos el de las 17:00 en A Coruña, a las 19:10 estábamos en Pontevedra y a las 19:45 salía un bus a San Vicente do Mar, uno de los únicos dos que había al día en invierno.

La vuelta, sobretodo en primavera era más cómoda. Siempre alguien nos acercaba a Pontevedra, Villagarcía o Santiago y desde allí en tren, aunque otras veces nos acoplábamos a un coche de alguien que nos llevaba "puerta a puerta".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tambien tuve alguna aventura, en circunstacias similares.
Todo fuera por no pedir dinero en casa, o por no recibir un "no".
A las 07:00 en la gasolinera (hoy inexistente) de Puerta de Hierro, en Madrid, en la misma A6. Hasta las 09:00 no nos coje nadie, a pesar del cartelón, y acabamos abordando literalmente a una mujer que echaba gasolina, para que nos acerque siquiera unos km, vaya donde vaya... la cosa era empezar el viaje.
Y nos deja en Tordesillas... de ahí, la espera hasta que tras 1 hora nops coje un camión que nos deja en Benavente... y ya es la hora de comer...
De Benavente, a Verín, con una pareja de millonetis con los que nos reimos un rato largo. Se pensaban que éramos marineros de la escuela de Marín, por que llevábamos chaquetones cruzados azules, que estuvieron de moda un tiempo.
Y de Verín, casi ya a las 9 de la noche, hasta sanxenxo, gracias a un croupier del casino de La Toja.
Casi 14 horas, llenas de hiostorias, risas y desesperanzas, que siempre recordamos.
Ah! y una gran semana santa con 4 duros en el bolsillo, que cundieron, por que dabamos tal pena que todo el mundo nos invitaba.

LUIS PERAZA PARGA dijo...

soy el amigo que acompaño a serviola en esa odisea, se ha olvidado un coche furgoneta casi casa rodante de una familia de profesores emigrados a alguna parte de la entonces mas lejana europa y que serviola siempre me dejaba delante para que llevara el peso de la conversacion mientras el se daba unas dormiditas...lo pasamos genial hasta ligamos con las que nunca nos habian mirado a la cara hasta que mi novia de entonces me llamo al orden a Madrid y en contra del atinado consejo de serviola volvi para que ella cortara acto seguido conmigo, moraleja...los consejos de los amigos valen oro, lo que te manda el corazon no vale nada siempre dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor....entonces te creias el dueño del mundo y no tenias ni una peseta donde caerte muerto, eso si unos padres que lo aguantaban todo...

Laura GP dijo...

Los padres esas fantásticas personas que siempre están ahí. ¡Que suerte la nuestra! Gracias.
Los amigos también están ahí y se nota, hay que intentar hacerles caso.
El corazón a veces nos atonta demás y nos impide, dificulta o empaña la clara visión de nuestro razocinio.
La vida es así piedras, baches y socavones que hay que superar. Después a levantarse y continuar. Siempre habrá anécdotas para poder contar.
Hoy en día el viaje "a dedo" se hace por internet, hay páginas especializadas donde se puede quedar con gente que vaya al mismo distino al que quieres ir. Tengo una amiga que lo hace bastante a menudo y está encantada.
Bueno disfrutar de este magnífico domingo y Carlos y familia buen viaje de vuelta! y cuidado en la carretera hoy hay concentración motera!