martes, 23 de mayo de 2006

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Publicaba ayer La Voz de Galicia:

La Xunta comienza en O Salnés la eliminación de las vías rápidas

Touriño pone la primera piedra del futuro vial, que estará listo en el año 2008

Treinta y tres personas perdieron la vida en ese corredor en los últimos siete años

Una obra «absolutamente necesaria» y «tremendamente demandada». Estos fueron los calificativos empleados ayer por la conselleira de Política Territorial, María José Caride, en la colocación de la primera piedra de la obra que transformará la vía de alta capacidad de O Salnés en autovía. No es para menos. En menos de diez años una treintena de personas se han dejado la vida en accidentes, haciendo que este trazado pase a ser considerado uno de los más peligrosos de todo el territorio gallego. Esta «sangría que Galicia non se pode permitir», según valoró el presidente Pérez Touriño, menguará con la reforma de la carretera, una obra en la que se invertirán 54,7 millones de euros y que estará lista a principios del 2008.

Desdoblar la vía de alta capacidad para convertirla en autovía es quizás una de las más antiguas reivindicaciones de la comarca arousana. Inaugurado en 1993, este estratégico vial pronto se quedó pequeño para soportar la elevada densidad de tráfico que, sobre todo durante el verano, se dirige a las playas. Paralelamente, el número de accidentes se fue incrementando de forma alarmante y hoy las cifras hablan por sí solas: 33 muertos en sólo siete años.

Seguridad vial

Muy cerca de donde la pasada Semana Santa perdieron la vida cinco personas en un siniestro, Emilio Pérez Touriño se refirió ayer a la seguridad vial como una de las prioridades de su Gobierno. «En breve presentaremos un plan para coordinar todas as accións», explicó el presidente, que además recordó proyectos en marcha, como el desdoblamiento de la vía de Barbanza, otro de los trazados más negros de las carreteras gallegas. Junto a ese vial, existen otros tramos de estas características en la red viaria gallega, como el que une Ares y Mugardos o el Monforte-Lalín.

Al problema de la seguridad vial apuntó también la conselleira María José Caride, al subrayar que «o comportamento responsable dos cidadáns» es lo único que puede contribuir a la reducción de los siniestros.

Desdoblar la vía de O Salnés tendrá un coste de 54,7 millones de euros, que serán financiados por la Xunta y la unión temporal de empresas formada por Copasa, Puentes y Calzadas, y Caixanova. Las obras se acometerán en un tramo de 17 kilómetros de longitud, que transcurre desde el enlace con la AP-9, a la altura de Curro, hasta la salida de Sanxenxo. El nuevo vial tendrá un ancho de 11 metros en cada sentido y de 14,7 en aquellos tramos en los que se construya un tercer carril de aceleración. Para llevarlo a cabo será necesario construir 22 pasos inferiores y otros 16 superiores.

Del mantenimiento de la nueva autovía se encargará la empresa constructora durante un período máximo de 30 años. Para ese fin construirá un centro de control en una de las salidas.

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