miércoles, 19 de abril de 2006

Un largo paseo junto al mar

Una de las más grandes maravillas que el visitante podrá encontrar en San Vicente do Mar es su paseo a lo largo de la costa.

No se le debería catalogar como paseo marítimo de hecho, pues poco tiene que ver con un paseo marítimo al uso como pueda ser el del Silgar en Sanxenxo. Su configuración de extremo a extremo a base de tablones de madera, la ausencia de elegantes terrazas donde tomar un refresco viendo pasar a la gente, no le confieren el "glamour" del de Sanxenxo para mucha gente, pero si le proporciona a mucha gente lo que busca: disfrutar del aire puro de la brisa del mar, del paisaje y de una buena caminata al aire libre.

El puerto deportivo: Dependiendo de la distancia que deseemos realizar podemos empezar en el puerto deportivo recorriendo su espigón por la parte de abajo para en su extremo subir t volver por la parte de arriba. Si lo deseamos podemos saltarnos también de espigón y subir las escaleras que hay al fondo del puerto a la derecha.

Otros lugares para empezar: Otro sitio para comenzar el paseo puede ser la bajada a la playa de Burato da Londra o desde el antiguo restaurante El Pirata, a donde se llega girando a la izquierda en la capilla tras atravesar la urbanización, o cualquiera desde las dos bajadas que hay desde el parque o la placita donde se encuentra el mítico O Farruco.

La Barrosa: La playa de la Barrosa se puede considerarse el punto sin retorno. El el último sitio al que se puede llegar al paseo en automóvil, por lo que mucha gente decide empezar en este punto. En verano son numerosos los coches que aparcan en el aparcamiento al final de la playa. En esta y en la anterior, la Playa Farruco se encuentran los únicos sitios donde poder parar a tomar un refrigerio, pero no profundizaremos en los locales de hostelería en San Vicente en este artículo.
Monumento a los voluntarios del desastre del Prestige, entre
las playas de Farruco y la Barrosa, en pleno paseo de San Vicente.
La Tortuga y los Militares: A partir de la playa de la Barrosa el paseo cambia, abandona la zona urbanizada, abandona los chalets y apartamentos para adentrarse en la más salvaje naturaleza, un entorno de mar, roca y líquenes y pequeñas plantas como flores de enamorar o tojos, únicas plantas capaces de sobrevivir en el duro entorno que hay en invierno en esta zona.
El paseo a su paso por la playa de la Tortuga
La caprichosa forma de las rocas permite a uno distraerse imaginando formas o comparaciones. Dos clásicos son las llamadas roca del castillo y roca de la tortuga, que da el nombre popular, pero no oficina a la primera cala a la que se llega tras haber dejado atrás la Barrosa. Aquellos que pasaron su infancia en San Vicente bien recordarán los paseos por esta zona, aunque por senderos o a través de los tojos y no por las tablas de madera. Concretamente yo recuerdo ir al supermercado a comprar chucherías para luego comerlas en una especie de banco natural formado por la lluvia, en la roca de la tortuga, y desde donde con 10-12 años veíamos ponerse el sol tras la isla de Sálvora. También recuerdo escalar el flan, una proeza para los chavales y que sólo los más valientes se atrevían a hacer cuando éramos niños.
Tras la "playa de la tortuga" el paseo sigue entre rocas, para acabar en la playa de Canelas, popularmente conocida como la playa de los militares, pues era donde los militares de la contigua batería de costa, hacían prácticas de buceo.
Finaliza ahí un paseo para andar, para estar en contacto con la naturaleza, para disfrutar de las vistas, del mar rompiendo sobre las rocas, de la puesta de sol, del aire puro. Lo que debe ser un paseo.
Recorrido completo del paseo marítimo de San Vicente do Mar

No hay comentarios: